The Devil’s Bells

Nationality: Colombian American
Age: 52
Occupation: Doctor
Residence: Tampa, Florida
Performance Date: April 26th, 2017
Primary Language: English
Language: Spanish

“En ese tiempo de poca supervisión por parte de los padres y abuelos mi tío Sergio era un niño temerario.  Solía despertarnos a la media noche para subir a pie a la finca del abuelo que quedaba a 10 km montaña arriba.  Nos tomaba un par de horas en llegar caminando por carretera y caminos por potreros y por campo abierto .  Al subir, había en la cima de un monte un árbol enorme con dos grandes piedras en la base.  Decía una leyenda, que el diablo había robado las campanas de la iglesia de Mogotes, un pueblo cercano, para castigar los pecados del cura, y las había escondido en la base de ese árbol. También decían que ocasionalmente volvía a asegurarse de que nadie había tratado de recuperarlas.  Cada vez que pasaba por ahí, yo corría con todas mis fuerzas y nunca miraba hacia el árbol para no tener que ver al diablo ni siquiera una fracción de segundo.  Por el camino, también estaba siempre muy atento a esquivar a la llorona.  Esta era una mujer que había muerto en pecado luego de haber ahogado a sus hijos y haber sido abusada por su marido.  Su llanto se oía a larga distancia y buscaba vengarse de hombres y niños que encontrara a su paso.  En fin, la oscuridad llevaba una gran cantidad de espíritus, fantasmas, almas en pena y hasta el mismísimo diablo.  No lo cambiaría por nada.”

 

When Carlos Silva was a young boy, he would wake up mid-sleep and make a terrifying trek across the woods to small cabin. Fear motivated his movements every night. His uncle would tell him that he was going to die if he slept in the farm at night. So, when night fell over the hacienda, they would begin their walk, about 7 miles, to another cabin. Carlos was convinced that every chirp in the night was the devil, come to steal his soul. Every sound made by a wild animal, was, to Carlos, “las campanas del Diablo,” the devil’s bells. He would sprint as the sounds grew louder, the breath of a demon on his back.

 

 

Again, we see the effects of catholicism on the legends that were and still are common in the rural countryside of Colombian towns.